17 de enero de 2014

De baños públicos a un luminoso departamento subterráneo.


En Londres, una ciudad donde el precio del m2 puede llegar a sumas desorbitantes, la arquitecta Laura Clark ha encontrado una excelente manera para aprovechar el espacio.



Le llevó seis años poder obtener los permisos para comprar los antiguos baños en el barrio en donde alguna vez estuvo el famoso Palacio de Cristal (Crystal Palace), un emblema de la arquitectura ferro-vítrea y la Exposición Universal de 1851. Abandonados, deteriorados y ubicados debajo del nivel de la calle, muy pocas personas tendrían el don y la imaginación para ver el potencial que encerraba este espacio.



Su perseverancia le rindió frutos y, finalmente, logró transformar este lugar desolado y apestoso en un luminoso y acogedor departamento con todas las comodidades que uno pudiera soñar (incluyendo hasta un patio).


El color blanco, en paredes y cielorrasos, fue aquí un aliado fundamental para potenciar la luz natural proveniente de las aberturas en el techo. Además de aumentar la sensación de amplitud.

La madera en pisos y mobiliario aportaron el toque de calidez, acentuado por la iluminación artificial en tonos amarillos.

La superficie de la pared-pasillo, que se continúa en todos los ambientes, fue muy bien aprovechada con la utilización de estantes en voladizo. Un recurso práctico y estético a la vez, que rompió con la monotonía de este enorme plano.




La potencia del rojo y el lujo que aporta el dorado dieron la nota de sensualidad, dinamismo y suntuosidad. Ayudando también a delimitar cada área.

El espacio abierto al final del departamento se mantuvo como pulmón, aprovechándose para generar un pequeño patio. Un rincón verde donde poder relajarse.



Pocos elementos estratégicamente colocados, pocas texturas generando contrastes interesantes y una iluminación artificial bien pensada han hecho de este departamento subterráneo el lugar ideal para refugiarse de la agitada vida cosmopolita.

Sin duda, no hay límites cuando la imaginación se suma a los recursos bien aprovechados. El resultado está a la vista... solo hay que atreverse a soñar.

Flor





2 comentarios:

  1. Muy copado... Increíble cómo se puede reciclar con sólo tener las ganas de hacerlo. También cuentan la imaginación y los recursos, pero sin ver el potencial y proyectarlo, no se llega.

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  2. Así es... una prueba de que con ingenio nada es imposible!

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